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Femen: ¿un jaque mate al machismo y a la industria del sexo?

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Según una popular revista de amplia circulación, las integrantes del movimiento femen están convencidas de su éxito, porque toman fuerza en gran parte del mundo. Las mujeres femen lo afirman orgullosas. Sin embargo, hay quienes preguntamos si cabe enorgullece de aquel espectáculo. Las similitudes entre las manifestaciones femen y las de ciertos sectores económicos son numerosas. Las diferencias son pocas: mientras estos apelan a mujeres desarropadas y sonrientes para promover cualquier producto que acercan al cuerpo femenino; las femen exhiben sus pechos desnudos, el ceño fruncido y mensajes en sus cuerpos que semejan a las marcas de los animales puestas por sus dueños. Lo que generalmente no he podido encontrar es la relación entre el cuerpo femenino desarropado y el producto anunciado. Sólo existe una explicación: la publicidad explota el cuerpo femenino. Así, por ejemplo, para quien patrocina la selección Colombia de futbol, James Rodríguez o Falcao García serían figuras adecuad

Consideraciones sobre el sufrimiento

Del sentimiento trágico de la vida , se titula un libro escrito por Miguel de Unamuno. Lo leí a la par con la Salvifici doloris de Juan Pablo II y el Vía Crucis de San Josemaría Escrivá. El elemento común en los tres libros es el sufrimiento. Mi conclusión: ¡cómo pesa la existencia! Sin embargo, como decía Nietzsche, quien tiene un por qué, no le importa el cómo . La vida humana es una batalla constante; mas la batalla final... Sí que es difícil: ¡nos jugamos la eternidad de manera definitiva!  Nos pasamos la vida esperando la eternidad. Hay dos formas de esperarla: pasiva o activamente, no hay otra manera. En Colombia decimos que camarón que se duerme se lo lleva la corriente ; ya verá cada quien si se deja llevar por la corriente, o le hace frente en espera de la eternidad. Muchos nos preguntamos por la eternidad . Pero no cabe en cabeza mortal alguna: ¡es tan grande como indescriptible! Cien años son nada comparados con ella, he pensado. Mas, ¿quién alcanza a vivir un siglo?

¡Yo decido! A mi no me vengan con cuentos

Érase una vez un burrito parado en medio de un puente colgante que estaba a punto de caer a un río, como no sabía que hacer, no decidió  moverse hacia la izquierda o hacia la derecha, y al caer el puente ¡cayó él también! y la corriente se lo llevó, era bastante fuerte. ¿Creen ustedes que haya en el mundo persona alguna que se comporte como el burrito? ¡Se le estancaría la vida, la existencia! ¿No les parece? Se percibe en el ambiente, cierta idea que de las personas que se sujetan a ciertos principios no deciden. Se tiene la equivocada idea de que a estas personas les falta libertad, autonomía, madurez, entre otras cosas. ¿Es correcta esta idea? ¿Es equivocada? ¡Decídase por alguna de las dos y siga leyendo! La vida humana se desarrolla porque los seres humanos eligen entre unas alternativas que tiene al frente, el que no elige ¡está muerto! De verdad, ¡muerto! Si una personas no se decide por alguna de las opciones que se le presentan, su vida se queda estática, no fluye; pero inc

"¡Pensar diferente no es un delito!"

 Es inconcebible ver que todos los que no estamos de acuerdo con las políticas de los gobiernos, sean locales o sea el nacional, seamos tachados de delincuentes de cuello blanco. Resulta y pasa que en Colombia objetar en conciencia  está prohibido puesto que se obstaculiza el derecho de otras personas a matar. ¡Así como lo leen! En Colombia está prohibida la objeción de conciencia personal e institucional. Personal porque, una persona que se declare impedida para practicar un aborto, por ejemplo, tiene la obligación de remitir a la persona que lo busca, a un médico que sí lo practique; e institucional porque no es permitido a ciertos centros de salud oponerse a ejecutar la misma práctica -un aborto- porque las instituciones no tienen conciencia. Actualmente "se discute" (comillas porque en realidad no se discute, sino que se hacen los discuten) qué es el objeto social de las instituciones. Hay quienes no necesitan tener dos dedos de frente para concluir que el objeto s