El Estado ¿problema o solución?

“(…) cuando creemos en la veracidad de lo que alguien afirma a base de argumentos tomados no de la cosa misma, o de los principies de la razón natural, sino de la autoridad y buena opinión que tenemos de quien lo ha dicho, entonces el que dice o la persona en quien creemos o confiamos, y cuya palabra admitimos, es el objeto de nuestra fe; y el honor hecho al creer, se hace a él solamente.”

William Goldin presenta en la película “El señor de las moscas” una muestra de lo que es el Estado basándose en la teoría que Hobbes presenta en su libro “El Leviatán”; ambos lo presentan como el ente que debe garantizar las condiciones mínimas para la seguridad y la supervivencia de la comunidad.

Dice Hobbes hablando del lenguaje que “Sin él no hubiera existido entre los hombres ni gobierno ni sociedad, ni contrato ni paz, ni más que lo existente entre leones, osos y lobos” (Hobbes) y se hace completamente cierto cuando se ve en la película lo que sucede cuando hay alguien que pone orden en las situaciones “problemáticas” y lo que sucede cuando no hay ninguna autoridad, por ejemplo: los niños se reúnen una vez y hablando se percatan de que primero, existe la necesidad que de alguien dirija el grupo; y segundo, de que es necesario crear un signo que “determine” quién tiene el poder de la palabra en cada momento, es decir, autoridad en cada momento, la cual se ve representada en un signo: la concha.

En primer término los niños determinan que quien dirija el grupo debe ser una persona con talento natural como lo llama Hobbes, que tenga la capacidad de garantizar las condiciones básicas para sobrevivir y ser rescatados (inicialmente porque al pasar el tiempo, el ser rescatados ya no es prioritario). “(…) Estas virtudes son de dos clases: naturales y adquiridas. Con la denominación de naturales (…) Me refiero (…) a ese talento que se adquiere solamente por el uso y la experiencia, sin método, cultura e instrucción.

Ese TALENTO NATURAL consiste principalmente en dos cosas: celeridad de la imaginación (es decir, con respecto a otro), y sucesión rápida de un pensamiento, dirección certera hacia algún fin propuesto.” (Hobbes) Todas estas cualidades las tiene el primer niño que eligieron como líder, fue por él que lograron hacer fuego, fue por él que se reunieron “en asamblea” para llegar a unos acuerdos ¿Por qué? porque él era prudente; la prudencia se presenta “(…) Cuando los pensamientos de un hombre que se propone algo, giran en torno a una multitud de cosas, y observa cómo pueden conducirle a tal designio, o qué designios pueden conducirle a ello, si sus observaciones son de tal linaje que no pueden considerarse fáciles o usuales (…)”. (Hobbes)

Más adelante, cuando en la película se pierde el respeto a las normas que ellos mismos habían diseñado para determinarse se pierden, a la vez, las condiciones necesarias para mantener la sociedad con ¿pero fue solo eso o hubo algo más que determinó la destrucción parcial de la sociedad? Cierto es que cuando una comunidad no tiene reglas se pierde con mayor facilidad y rapidez el respeto, llegando no solo se cometen actos violentos contra los bienes sino contra la vida misma, pero ¿si el Estado se desvía y deja de garantizar las condiciones tan mencionadas a lo largo de esta página? Surgen los grupos subversivos y los miembros de la sociedad empiezan a desertar hacia ellos porque consideran que ahí lograrán sobrevivir.

Esto fue exactamente lo que pasó en la isla que habitaban los niños cuando uno de ellos decidió revelarse contra “el Estado” porque “no cumplía” con el deber de garantizar algo tan básico como “el alimento y la diversión”. Con él no se tenían reglas, es decir, aplicaba la teoría de Maquiavelo: “el fin justifica los medios”, si tenía que robar unos lentes para conseguir fuego, lo hacía; si tenía que entrar de noche y apoderarse de un elemento que era “de todos”, lo hacía; y así muchas cosas, hasta que llegaron a matar a una persona que no quería actuar como ellos. En este momento el líder es astuto ¿Cuándo se presenta la astucia? Pues dice Hobbes en “El Leviatán”: “(…) Si a la prudencia se añade el uso de medios injustos o deshonestos, tales como los que usualmente arbitra el hombre cuando siente temor o necesidad (…) es un signo de pusilanimidad (…)”. (Hobbes)

Pero ¿por qué si era tan evidente la mala acción de este grupo, los niños fueron desertando uno a uno del que representaba el Estado hacia “el grupo de subversivos”? Dice Hobbes hablando del discurso: “(…) Cuando dos o más personas conocen uno y el mismo hecho, se dice que son CONSCIENTES de ello una respecto a otra, lo cual equivale a conocer conjuntamente. (…) quienes están vehementemente enamorados de sus propias opiniones y, por absurdas que sean, tienden con obstinación a mantenerlas, dan a esas opiniones suyas el nombre reverente de conciencia, como si les pareciera inadecuado cambiarlas o hablar contra ellas (…).” (Hobbes)

Los niños desertores “conocen” conjuntamente, uno y el mismo hecho, todos consideran que a quien le dieron potestad para establecer el orden ya no la tiene porque que no garantiza la supervivencia y le trasmiten esa potestad a otro que, en su opinión, si la garantice, “(…) el discurso de un hombre no comienza por definiciones, o bien se inicia por una contemplación de sí propio, (…) se llama opinión, o se apoya en afirmaciones de otra persona, de cuya capacidad para conocer la verdad y de cuya honestidad sincera no tiene la menor duda; entonces el discurso no concierne tanto a la casa como a la persona, y la resolución se llama CREENCIA y FE; fe en el hombre, creencia en dos cosas, en el hombre y en la verdad de lo que él dice.” (Hobbes)

Con base en lo anterior se puede concluir que el parecido entre “El señor de las moscas” y “El Leviatán” no es coincidencia, toda la teoría del Estado expuesta en el libro de Hobbes se refleja en el filme de Goldin, ambos coinciden en que el Estado debe garantizar que la comunidad viva asegurando la existencia de las condiciones mínimas (alimentación, recreación, vivienda, entre otras) reduciendo así, la supervivencia como deber principal y la existencia de las condiciones para ello como accesorias.

--

BIBLIOGRAFÍA:

Hobbes, T. (s.f.). Biblioteca del Político. Obtenido de Biblioteca del Político: El Leviatán

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una historia de la vida real

“Necesitas ser feliz para tenerlo todo”.

III. Urge reivindicar el papel de la mujer como mujer: Edith Stein y Simone de Beauvoir *