Maquiavelo y el siglo XXI

Maquiavelo inicia su descripción de los principados advirtiendo que éstos surgen de dos maneras “[…] Los principados se dividen en hereditarios y nuevos. Los hereditarios, en quien los disfruta, provienen de su familia, que por mucho tiempo los poseyó. Los nuevos se adquieren de dos modos […]” (Maquiavelo). El método mencionado por Maquiavelo y sobre el que se hará referencia es el segundo ya que una de las maneras de adquirir los principados nuevos y la forma de llegar a la presidencia hoy en día tienen una que otra similitud, “[…] o surgen como tales en un todo […], o aparecen como miembros añadidos por el Estado ya hereditario del príncipe que los adquiere […]”. (Maquiavelo)
 
Estos Estados llegaron a ser principados porque “[…] el príncipe que los adquirió lo hizo con armas […] o se lo proporcionó la suerte […]” (Maquiavelo). Para Maquiavelo, el príncipe llegaba a obtener poder de dos formas, por herencia o por las armas, ya está claro que el énfasis que se hará es en el segundo medio utilizado para obtener el poder: por las armas. Las armas a las que hace referencia el autor son las armas de fuego, pues al tiempo que habla de armas también habla de militares. Actualmente las personas que llegan a ser elegidas como presidentes no utilizan armas de fuego, ya que si las utilizaran no serían elegidos pues nadie quiere ser “sometido” a un régimen armamentista.
 
Hoy en día, quienes buscan obtener el poder, lo hacen mediante armas que a simple vista son inofensivas y lo peor, no se presentan como tales; algunos ejemplos de ello son las campañas y las propagandas, con ambas armas los candidatos buscan la forma de convencer a los electores de que ellos tienen la mejor propuesta y el mejor plan de Gobierno para hacer realidad todos esos proyectos que exponen durante las campañas. “[…] el príncipe, por no tener causas ni necesidades de ofender a sus gobernados, es amado naturalmente […]” (Maquiavelo), de la misma forma que el presidente debe ser “amado” por sus conciudadanos para evitar cualquier inconformidad que pueda hacer nacer en sus gobernados el deseo de un golpe de Estado para acabar con su “mala” administración del poder. Cuando un gobernante es aceptado por todos sus conciudadanos y su administración se hace continua y antigua, la sociedad se olvida de las razones que hicieron que este personaje se instalara en el poder y lo mismo sucede con el principado que describe Maquiavelo.
 
Resumiendo todo lo anterior y ya para concluir se puede decir que los principados y las presidencias son adquiridas utilizando los mismos medios, que su objetivo es idéntico y los gobernados de ambos sistemas tiene iguales comportamientos en lo relativo a la administración y al gobernante por lo tanto, lo único que los hace distintos es el nombre y la época de la historia en la que fueron el sistema “ideal” de gobierno.

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BIBLIOGRAFÍA:


Maquiavelo, N. (s.f.). Philosophia.cl. Obtenido de Philosophia.cl: El Príncipe

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