La Iglesia, una institución llena de pecadores



Un día alguien, con muy buen criterio, dijo “los más clericales (entiéndase “clerical” como aquel individuo sumiso al clero y a sus directrices – según el Diccionario de la Real Academia Española ) son los “grandes críticos” de “la Iglesia”, personalmente estoy de acuerdo. La gente ataca a la Iglesia, ¿qué entienden por “Iglesia”? ¿Acaso son las figuras del sacerdote y el obispo, es decir, el clero? Si es así, claramente desconocen en su totalidad el concepto de Iglesia; por lo tanto me veo obligada a hacer una aproximación, porque incluso entre los mismo católicos existe tal confución.

Dice el Concilio Vaticano II que la Iglesia es “en Cristo como un sacramento, o sea signo – según la Real Academia Española signo es el objeto, fenómeno o acción material que, por naturaleza o convención, representa o sustituye a otro – e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano” y, agrega el mismo documento que “El Padre Eterno, por una disposición libérrima y arcana de su sabiduría y bondad, creó todo el universo, decretó elevar a los hombres a participar de la vida divina (…). A todos los elegidos, el Padre, antes de todos los siglos, «los conoció de antemano y los predestinó a ser conformes con la imagen de su Hijo, para que éste sea el primogénito entre muchos hermanos» (Rm 8,29). Y estableció convocar a quienes creen en Cristo en la santa Iglesia, que ya fue prefigurada desde el origen del mundo, preparada admirablemente en la historia del pueblo de Israel y en la Antigua Alianza [1], constituida en los tiempos definitivos, manifestada por la efusión del Espíritu y que se consumará gloriosamente al final de los tiempos. Entonces, como se lee en los Santos Padres, todos los justos desde Adán, «desde el justo Abel hasta el último elegido» [2], serán congregados en una Iglesia universal en la casa del Padre.”

De lo anterior, se puede concluir que la Iglesia no está representada única y exclusivamente por las personas del clero sino que, al contrario, la Iglesia es representada por todos aquellos que creen en Cristo y practican los sacramentos. Bajo este supuesto, es posible afirmar que quienes atacan a los sacerdotes y a los obispos, con el fin de atacar a la Iglesia, yerran. Estas personas, o carecen de claridad conceptual o son los más sumisos a ellos, lo segundo, no por el hecho de acatar sus consejos – porque cabe aclarar que la doctrina de la Iglesia es de libre aceptación, hoy en día (siglo XXI) nadie la impone, puede que en los tiempos de Constantino hubiera locos (como él) que lo hicieran – sino por el hecho de acreditarle a ellos la vocería de la Iglesia en temas que no tienen nada que ver con los fundamentos teológicos y morales de la Misma (entiéndase dentro de éstos la política, la economía, la sociología y todos los relacionados).

En primer lugar ¿por qué cuando la gente habla de los congresistas y los presidentes no se dice (por decir algo) “los colombianos dicen que”? ¿No son ellos, por elección popular, los representantes de la nación? ¿No están ellos encargados de velar por los intereses generales? ¿No son la política y la economía las ciencias encargadas de dicho fin? Si no es así, ¿en qué consiste entonces la vocería de los políticos? ¿Por qué sus pronunciamientos no se tienen como el "de la nación"? Las anteriores, son preguntas que vela la pena plantearse.

Cuando se trata de “la Iglesia”, salé a flote la idea (loca) de que, sólo el clero representa a la Iglesia y... ¿los demás católicos estamos pintados en la pared? Claramente no somos perfectos, pero no todo lo que hacemos, lo hacemos mal, entonces ¿por qué los errores del clero se le acreditan a la Iglesia? ¿los católicos elegimos a los sacerdotes? Claramente no (por qué asumen que nos representan en materia política y económica? Cuando ellos se pronuncian en el tema, es un pronunciamiento personal, no de la Iglesia, si no fuera así, teniendo en cuenta lo que es la Iglesia, mis pronunciamientos también serían los de la Iglesia), hay algo que se llama vocación – entiéndase ésta, según la Real Academia Española como la “inspiración con que Dios llama a algún estado” y la persona es libre de responder, o no a ella.

Esto no quiere decir que el clero sea inmaculado por el simple hecho de serlo. Igual que todos los seres humanos puede equivocarse, el hecho de ser sacerdotes no les quita la calidad de humanos (tampoco al resto de católicos por el hecho de serlo les sucede, si eso fuera así, sencillamente no intentaríamos practicar el cristianismo), por el contrario, eso es lo que los faculta para ser una autoridad eclesial, su humanidad, si carecieran de dicha calidad serían ángeles, animales o plantas (al igual que el resto de católicos) ¿cabe otra posibilidad?. Ahora bien ¿los errores de los políticos son acreditados a la nación? ¿por qué entonces, si se le pueden acreditar a la Iglesia los errores del clero? Los errores del clero, son los errores del clero; los errores de "fulano" (católico), son de ese tal "fulano", no de la Iglesia, o ¿acaso toda la Iglesia (incluido Cristo, a la cabeza; los santos y las almas del purgatorio) de común acuerdo comete el error del clérigo o del "fulano"?

Pues esos mismos que se escandalizan porque el clero se equivoca, critican la labor de la Iglesia en el mundo y le acreditan funciones que nada tiene que ver con Ella? Al parecer, también hace falta precisión en lo relativo a la labor de la Iglesia en el mundo y, parten de el mencionado error para asegurar que la Iglesia no hace “lo que le toca” y que “predica pero no aplica” – en lo personal, me parece que hace suficiente y por lo general predica y aplica (como mínimo lo intenta, principio de buena fe ¿o el principio no es aplicable al caso concreto?) –. Pues bien, vamos a la fuente, según el Concilio Vaticano II “ella – la Iglesia – se propone presentar a sus fieles y a todo el mundo con mayor precisión su naturaleza y su misión universal, abundando en la doctrina de los concilios precedentes.

Las condiciones de nuestra época hacen más urgente este deber de la Iglesia, a saber, el que todos los hom bres, que hoy están más íntimamente unidos por múltiples vínculos sociales técnicos y culturales, consigan también la unidad completa.” En conclusión, la Iglesia – cómo institución, no vista como el clero (ya sabemos que es equivocado pensar así) – está para acercar a los hombres a Dios, no para acabar con los problemas sociales. Sin embargo, tenemos el ejemplo de la madre Teresa de Calcuta, al día de hoy, no se conoce nadie, después de Cristo, que haya trabajado tanto, o más que ella por los pobres y los enfermos.

Finalmente, le doy un consejo a quienes tienen por deporte, criticar a la Iglesia: ir a la fuente (textos fundamentales de la Iglesia Católica) y partir de ahí, para hacer las críticas que consideren pertinentes.

Comentarios

  1. Para los Católicos, todos somos iglesia!! Por ende, aquellos que critican a nuestros hermanos mayores, los sacerdotes, critican a alguien de mi familia.Quedarse callado ante tal injusticia es desconocer lo que somos como cuerpo de Dios, Todos en uno, para hacer la Iglesia en la Tierra. Pero al mismo tiempo que no vale la agresión, ni devolver el golpe, sino por el contrario, utilizar argumentos tan claros y coherentes como los que escribiste en tu blog!
    Bravo!

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