¡Qué viva la censura totalitaria!


Recientemente la abogada Mónica Roa sorprendió con una tutela contra el Procurador General de la Nación, demandando protección y restablecimiento del derecho fundamental a la información. Para  el efecto pidió la creación de una “Mesa Interinstitucional”, que se encargue de “instruir” al Procurador. Para no extendernos: demanda la creación de un organismo totalitario que imponga al citado funcionario la obligación de hacer lobby en pro del aborto.  

Adicionalmente, pide que se ordene la creación de un “Comité de Censura”, que actuando cual comité de salud pública de Robespierre, soviets de Stalin y Pol Pot, tribunal nazi especial o tribunalillo inquisitorial; garantice la “pureza ideológica de género” en las declaraciones y actuaciones del Procurador. Los miembros del tal comité, como en los casos históricos citados, serían personajillos que titen una ideología incapaz de imponerse por las vía de la razón y sí por la fuerza que Cicerón identificó con el derecho de las bestias.  ¡Qué coherencia!

El Procurador respondió destapando titiriteros: la demanda protege intereses económicos de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF, en inglés), importador de la “píldora del día después”. Una aseveración infamante que podría aprovecharse para declararlo calumniador, y demostrar cómo es que “sus pronunciamientos están motivados por su fe católica”, que obstaculiza el progreso al no ser compartidos por cierta ideología. Eso sí: ningún documento eclesiástico es citado por el Procurador.

Como si la denuncia del Procurador fuera insuficiente, una alta funcionaria de Profamilia es parte de la Junta Directiva de la Women’s Link Worldwide. Desde 2001, Profamilia es el importador colombiano exclusivo del Postinor-2 (píldora del día después), y el 83% de sus ingresos provienen del rubro de anticonceptivos y salud sexual. ¿Habrá algún interés económico oculto? ¿Lo pretendido será aumentar el mercado y las utilidades de un negocio, como el de quienes construyeron los hornos nazis y suministraron el gas asesino de judios? Una muestra: aquella entidad es miembro de la IPPF, que en 2009 proporcionó casi 1,5 millones de servicios vinculados al aborto y distribuyó 152 millones de preservativos. El mismo año, su filial estadounidense registró ingresos por más de U$ 1.100 millones.  

Más aún: IPPF es uno de los principales donantes de Women’s Link Worldwide y tiene estrechos vínculos con la Fundación Oriéntame y el Instituto Gutmacher. Estos trabajan con el Ministerio de la Protección Social fijando las cifras de abortos clandestinos, mediante cifras que se ajustan perfectamente a sus objetivos. ¿Manipulación neo-imperial?

En sí misma, la demanda carece de fundamento. Conceder el amparo sería abrir la caja de pandora descrita por Hannah Arendt en “Los Orígenes el Totalitarismo”. Lo sabe hasta el más neófito en ciencia política. También, entonces, los Magistrados de la Corte Constitucional, así los obnubile el derecho fundamental del Procurador a su libertad de conciencia y de creencias; y su afán de convertir las sentencias en leyes invasoras de la función legislativa que con frecuencia desconocen sus propios precedentes.

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